カタールW杯C組
サッカーのカタール・ワールドカップ(W杯)は22日、C組で世界ランク51位のサウジアラビアが優勝候補で同3位のアルゼンチンに2-1で逆転勝ち。一方、メッシのPKで前半10分にリードしながら歴史的大金星を献上したアルゼンチンメディアは「世界的打撃」「3ゴールが取り消され、逆転された」と呆然としている。
クラリン紙は「アルゼンチンに厳しい打撃:突風と共に勝利を挙げ、世界を驚かせたサウジアラビア」と見出しを打ち、「ルサイルスタジアムで、アルゼンチン代表はメッシのPKで1-0としたが、アルシェフリ、アルシャハラニが後半の最初に決めたゴールに苦しまされた」と報じ、「プルガ(メッシ)とラウタロ・マルティネスは、オフサイド判定により、2回目の雄叫び(ゴールの意)は喉に詰まったままとなった」と伝えた。
また、オレ紙も「世界的打撃」と見出しを打って速報。「代表チームはサウジアラビアにカタール2022のデビュー戦で負けた。メッシのPKで勝っていたが、3ゴールを取り消され、逆転されてしまった。信じられない」と唖然。エル・グラフィコ紙も「アルゼンチン代表は、世界史上最高の無敗記録(37試合)まであと1試合で止まる」と報じ、「カタール2022W杯のデビュー戦で、サウジアラビアを前に2-1に終わった結果が、リオネル・スカローニ時代の流れを止めた」と伝えた。
(La Nacion)
El clima en el plantel tras la dolorosa derrota frente a Arabia Saudita por 2 a 1
en el estreno; qué le dijo Messi a sus compañeros en el micro y cómo fue la
cena del plantel
22 de noviembre de 202219:15
DOHA (Enviado especial).– Ahora nada será suficiente. No habrá palabras ni gestos que los rescaten del dolor en el que están sumergidos. Cada persona lo procesa de un modo diferente. No necesitaba hablar Rodrigo De Paul. Sus pómulos estaban enrojecidos, como si hubiera tenido que contener el llanto. En cambio, Leandro Paredes estaba definitivamente enojado. Eso transmitía su mirada en la zona mixta en el estadio Lusail.
Ellos pasaron sin hablar con la prensa. Ni siquiera dieron una respuesta ante el pedido. Mientras tanto, el capitán, Lionel Messi, tomó una decisión diferente. Tiene una responsabilidad mayor. Lo sabe. Y aunque parezca “comidilla” de periodistas, es necesario explicarlo. La prensa televisiva y radial que tiene derechos consigue una posición de privilegio para las entrevistas. Por otra parte, aquellos medios que no pagaron por el canon a la FIFA, esperan detrás. Por allí los jugadores también están obligados a pasar, pero no a detenerse. Messi lo sabe y también hizo una parada para que el mensaje alcanzara a todos.
Una simple pregunta sobre cómo estaban sus compañeros después de la increíble derrota ante Arabia Saudita, probablemente la más dolorosa de la historia de la selección, se despachó: “Muertos. Es un golpe muy duro, no esperábamos una cosa así”. Y un poco más tarde reconoció el desafío mayor, uno supremo: “Ahora deberemos demostrar si somos un grupo de verdad. Que la gente confíe, que este grupo no los va a dejar tirados. Vamos a intentar ir a ganarle a México para volver a acomodarnos”.
Definitivamente, ese Messi fue mejor que el que se vio en la cancha. Porque ni siquiera el penal que convirtió en el arranque del partido sirvió para que desplegara su versión más feliz.
Pero eso no fue todo. Messi ya conoce la sensación. Pero la mayoría de los componentes de este grupo, no. Por primera vez fueron atravesados por la mirada de una derrota que ellos sintieron humillante. Percibieron en los huesos ese dolor. La selección llevaba un invicto de tres años y 36 partidos. Era uno de los temores: ¿cómo reaccionará este equipo cuando le toque perder?
El momento en el que el golpe ocurrió fue el peor de todos. En el partido más esperado por ellos mismos. ¿Qué reacciones tuvieron? No se sabe demasiado; buen síntoma. El grupo está cerrado. No se divulgaron peleas, de esas lógicas que aparecen en las grandes caídas. Al menos no por ahora.
En el ómnibus de vuelta a la concentración de la Universidad de Qatar y ante rostros compungidos, Messi se plantó, como en la zona mixta. Ahora para hablar con sus compañeros, para pedirles que se mantuvieran unidos. Lo que consiguieron hasta ahora no fue casual; las derrotas ocurren y saber levantarse es parte del proceso de un gran equipo. Es hora de demostrar que lo son.
Pero como se dijo, nada alcanza. Al llegar al hotel, el cuerpo técnico decidió que esta vez la merienda fuera opcional. Algunos no querían bajar de tan apenados que estaban, se quedaron en sus habitaciones.
Más tarde, en la cena, sí estuvieron todos. Pero fue una reunión triste, sin el clima que los acompaña desde hace varias temporadas. Por primera vez no hubo risas, ni bromas, ni sobremesa ni partidas de truco.
Sobre el cierre del día, el empate sin goles entre México y Polonia fue un pequeño alivio. El cuerpo técnico conversó con los jugadores. Por un lado, la distancia con los dos rivales con los que tendrá que pelear por su clasificación no es tan grande. Por el otro, ese era el único resultado que permitía que, ganando los dos partidos restantes (sin importar otros marcadores), la Argentina volviera a depender de sí.
Pero se repite: para eso, tiene que ganar los dos partidos. Allí es donde toma sentido lo de “pequeño alivio”, porque si bien el destino le hizo un guiño, el problema mayor persiste en el interior de la selección.
Los interrogantes son muchos. Messi no mostró casi nada de lo que hizo en los primeros tres meses de la temporada en PSG: ¿estaba tan bien como lo dijo en la conferencia de prensa o arrastra algún problema físico?, ¿qué va a pasar con Cristian Romero, que se retiró lesionado?, ¿qué respuesta anímica tendrá el grupo después de tamaño sacudón?
Una primera mirada al plantel será obligada. Por orden de la FIFA, en la mañana de este miércoles la selección deberá abrir sus puertas para ofrecer 15 minutos de su entrenamiento a la prensa. Allí volverá a activarse el juego de las especulaciones: ¿cuántos se mostrarán?, ¿cuántos harán trabajos de gimnasio para no tener que posar ante los flashes de los fotógrafos?
La selección se metió sola en un laberinto de temores y dolor. Ahora, todo parece perdido. Del equipo dependerá encontrar fuerzas para salir adelante en el escenario más complejo de todos los que se podía imaginar.
投稿者 荒尾保一